miércoles, 23 de septiembre de 2009

LUCES Y VOCES EN LA NOCHE

Me ha parecido interesante publicar una historia que hace tiempo leí en el blog del amigo Manz, donde se nos relata nuevamente el extraño fenómeno de las luces en el barranco. Una historia que no tiene desperdicio alguno.

...sobre las 10 de la noche comenzaron a oirse varios desprendimiento de piedras, cosa que no se escuchaba durante el silencio del día. Fueron continuos durante toda la noche.

Era muy extraño, pero como nadie del grupo era paranoico lo primero que pensaron fue que se trataría de algún animal nocturno buscando comida, ratones, murciélagos o incluso alguna Pardela, muy comunes por lanzar objetos como pequeñas piedras. Al encontrar esa explicación lógica, seguimos tranquilos durante un buen rato.

Cerca de las 11 de la noche, en un momento que estaba todo el grupo en silencio, se empezaron a escuchar unos murmullos provinientes de la zona de la galería. De los murmullos se podía distinguir una voz mas grave y otra mas aguda. Se distinguía perfectamente la voz de un hombre y una mujer en tono acelerado, como discutiendo, pero nadie del grupo llegaba a entender ni una palabra de aquella extraña conversación. Solo murmullos.
Nadie comentó nada acerca de esos murmullos, pero en las miradas de cada uno se podía entender perfectamente que lo estaban escuchando. La tranquilidad que tenían todos comenzaba a disminuir. Estaban completamente seguros de que no había nadie mas en el barranco, ya que lo habían inspeccionado todo por la tarde (no es una zona muy amplia) y si alguien llegaba durante la noche tenía que pasar forzosamente al lado del grupo, ya que era el único acceso que tiene el barranco.
Los murmullos cesaron a los pocos minutos y alguno del grupo se atrevió a preguntar: ¿Oíste eso?, Ah, ¿Tu también lo oíste?, ¿Qué podrá ser? Intentaron no darle muchas vueltas y seguir conservando la calma.
Durante un buen rato estuvo todo tranquilo. No se oía nada más a parte de los continuos desprendimiento que caían durante toda la noche. Casi habían olvidado todo lo que había ocurrido hasta el momento.
De repente, uno de los expedicionarios susurra al resto del grupo ¡Rápido, rápido, miren hacia abajo! casi con un hilillo de voz. Todos vieron, entre las dos laderas que formaban la V del barranco, una serie de luces moviéndose de un lado de la ladera hacia la otra. Casi a mitad de su trayecto, el objeto se detuvo, hizo un giro en profundidad y volvió a ponerse en el punto en el que estaba, totalmente quieto durante unos segundos. Luego siguió descendiendo hacia la ladera izquierda hasta ocultarse a la vista.
Todos quedaron en estado de shock. No hubo ningún comentario hasta pasado un buen rato del, sin duda, gran acontecimiento de la noche. El objeto en sí, eran 4 luces formando una especie de cuadrado y otras 3 luces atravesándolo en diagonal.
Los nervios ya no estaban tan calmados como antes y aún quedaba mucho para amanecer. Los murmullos volvieron y cada vez eran más fuertes. Poco después se volvían a ir. Al poco de contarles lo que acababa de suceder, llegó de repente un aumento considerable de temperatura. De un frío de unos 7ºC a un agradable calor, incluso más intenso que el del día. Agustín que se pensaba que le estaban gastando una broma, empezó a creer que de verdad ocurría algo extraño al ver las caras del resto y al notar el ascenso de temperatura.
Poco después de 3 minutos, el calor se disipó volviendo el frío intenso que había antes. Mientras el grupo comentaba lo que ocurría de la temperatura, el calor volvió de nuevo, pero esta vez no duró más de 1 minuto. El resto de la noche, el intenso frío fue el único que les acompañó.
Nervios y más nervios. Nadie quería dormirse e intentaban turnarse para quedarse despiertos. Pensaban que nunca iba a llegar el día para largarse de ese maldito barranco.
Cerca de las 4 de la madrugada, de repente se oyó un fuerte ruido en lo alto de la ladera. Poco a poco se oía cada vez más cerca. Sin duda era una enorme piedra que estaba cayendo. De repente un gran estruendo, que los dejó a todos preocupados, ya que en la oscuridad de la noche no se veía absolutamente nada y si nos hubiese caído encima nos hubiese matado. El estruendo de la piedra denotaba que las dimensiones de la piedra debía ser gigante. No fueron al lugar donde cayó hasta que amaneció.
El resto de la noche continuó con los pequeños desprendimientos, los murmullos y pasos que se oían a nuestro alrededor. Sobre las 7 de la mañana empezó a salir el sol, recogieron rápidamente los bártulos para largarse del lugar cuanto antes, y tras haber pasado la peor noche de sus vidas.
A posta se quedaron en silencio antes de irse para intentar oír algún pequeño desprendimiento de piedras, pero nada. Silencio total. Solo el canto de los madrugadores pájaros. También buscaron la enorme piedra que había caído cerca, y para su sorpresa, no había nada.
Asi que recogieron todas sus cosas y se fueron lo más rápido posible de aquel Barranco de Badajoz con un recuerdo que nunca olvidarán.

3 comentarios:

  1. Hay una profesora, que estuvo en este barranco con amigos y vieron una cueva.
    Entraron y vieron una especie de museo etnofrafico. Les entró pánico y salieron corriendo.
    Llamaron a la guardia civíl, y volviendo al mismo lugar, no encontraon ninguna cueva.
    Es caso está registrado. saludos. Stef.

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  2. Yo fui y noté una gran presión en el ambiente,incluso unos perros nos atacaron,perros que misteriosamente desaparecieron en una cueva.según los viejos de la zona,dicen que esos perros tienen más de 100 años y que son lo que vigilan la puerta dimensional.

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  3. yo me conosco bin el barranco ya que e ido 3 veces soy del norte de la isla y me an pasado cosas increibles pero que si las dijera me tomarian por loco aunque no se exactamente lo que paso alli si me lo puedo imaginar gracias a mis aventuras alli...

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